¿QUÉ SON?

Los sensores químicos son dispositivos diseñados para detectar y medir la presencia de sustancias químicas específicas en un entorno. Su funcionamiento se basa en un componente receptor, que interactúa con las moléculas de interés (analito), y un transductor, que convierte esa interacción en una señal eléctrica, óptica u otra que pueda ser interpretada y utilizada.

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